“Algunos investigadores opinan que este planeta debería de llamarse océano y no tierra por su cobertura”... A través de esta colaboración especial para BCCalMedia, y en el marco del "Día Mundial de los Oceános”, conoceremos un poco más acerca de la importancia que tienen los mares y los océanos para la humanidad y en general para la vida en la tierra.
Diversos productos y sustancias como el plástico, detergentes, fertilizantes químicos, transporte de hidrocarburos, desechos industriales y derrames en el océano, han impactado a la biodiversidad.
Cerca del 70 por ciento de la superficie de planeta está cubierta de agua, uno de los elementos más indispensables para la vida; sin embargo, el hombre se ha dedicado por siglos a dañarlo, ocasionando un impacto irreparable al ecosistema marino, además de afectar indirectamente su propia salud.
Por lo anterior, la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2008 designó el 08 de junio como fecha conmemorativa “Día mundial de los Océanos”, para concientizar a la comunidad y despertar el interés de hacer cambios.
Para el Dr. Óscar Sosa Nishizaki, investigador del Departamento de Oceanografía Biológica del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), el reto no es fácil, pues existen muchas malas prácticas que afectan al planeta en general, no solo al océano; sin embargo, se es optimista al ver que cada vez son más las empresas y personas que se suman a la intención de mejorar.
“Algunos investigadores opinan que este planeta debería de llamarse océano y no tierra por su cobertura. Se debe ser más consiente y cuidar el lugar en el que habitamos. Primero tenemos que replantearnos todas las acciones que tenemos, ser responsables con lo que consumimos, no sólo alimentos, también de las cosas, que los productos sean más duraderos, no tenemos que estar aspirando a cambiar las cosas por moda, evaluar nuestras necesidades”.
El investigador plantea dos retos como prioridad. El primero consiste en dejar de contaminar con plástico, el proceso de descomposición es muy largo, además de lastimar a los cetáceos, ballenas y otras especies. Como segunda, informarse de cómo dejar de alterar y producir cambios climáticos a causa de los contaminantes.
“Hemos producido cambios en el ciclo de carbón y esto ha provocado que el mar se vuelva más ácido, además que puede romper o afectar alguna de las cadenas tróficas, la alteración del océano al absorber un exceso de CO2 de la atmósfera impide que muchos organismos se integren debidamente”.
Y es que, de nada sirve que en las escuelas se eduque a los niños de la importancia de respetar a la naturaleza, cuando en casa, restaurantes y lugares no se ponen en práctica lo que se enseña. Tan básico como el separar basura, cargar con un termo y evitar los envases de plástico, fomentar el reutilizar las cosas y el reciclaje.
“Tenemos que replantearnos todas las acciones que ejecutamos, desde el uso de recursos pesqueros, ser responsables de lo que consumimos, no solo de los alimentos, si no a utilizar las cosas más conscientes y responsables, productos duraderos, no tenemos que estar aspirando a cambiar cosas por mercadotecnia si no por necesidades, el consumismo hace que repercutir”.
El océano es controlador del clima, el ciclo del agua y del carbono son clave, es transportador atmosférico; por ejemplo, la dinámica de la evaporación y las lluvias, captador del CO2, o bien, el que absorbe calor del sol y eso produce movimientos de corrientes, productor de florescencias, además de ser productor de alimento desde que el hombre inicio a cazar.
No hay que olvidar que también es un tema de economía, el océano es parte de la industria turística, embarcaciones de pesca, es vía de transporte, habitan productos que consumimos como alimento, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la tierra y es la principal fuente de proteínas para millones de personas en el mundo, aunado a los empleos dedicados al sector.
Si bien, son cientos de campañas que intentan proteger al océano, son pocas las que han logrado trascender y se reconoce que algunas de ellas ya lograron resguardar áreas naturales.
“La conformación de áreas protegidas como el parque nacional de las islas de Revillagigedo desde hace 3-4 años, ahí está la vida de ciertas especies relacionadas a este archipiélago, arrecifes rocosos, tiburones, mantarrayas, entre otras”.
A pesar de todos sus beneficios, necesita más apoyo que nunca.
Según las Naciones Unidas con el 90% de las grandes especies marítimas de peces mermadas y el 50% de los arrecifes de coral destruidos, estamos extrayendo más del océano de lo que se puede reponer.
“Las costas del Océano Pacifico en Baja California alberga ecosistemas generados por turgencias que vienen del fondo del océano hasta las costas desérticas, que llevan grandes cantidades de nutrientes y que promueven grandes concentraciones de vida, esta costa comienza en Tijuana y termina en paralelo 28 en la frontera con Baja California Sur”.
Si todos pusiéramos de nuestra parte para evitar el colapso de la biodiversidad, a la larga también podrían mejorar la calidad de vida de las personas y obtener ecosistemas saludables.
Por todo lo anterior, “el Día Mundial de los Océanos” busca difundir la información necesaria que logre concientizar a la comunidad de la problemática, a la par, de ofrecer una oportunidad para restaurar parte de la naturaleza afectada.
Fotos: Cortesía