Gracias a la ciencia existen más avances sobre procesos alimenticios: se investiga desde la selección del producto, la preparación y su transformación.
La ciencia de la nutrición no consiste en la alimentación; se refiere al estudio de los nutrientes que los componen, los efectos en el organismo y su digestión en diferentes etapas de la vida, así como la calidad e higiene de los alimentos y la prevención de enfermedades.
A la par de lo anterior, las empresas dedicadas a la producción de los alimentos a través de sus etiquetados o algunos medios de difusión, exhiben los resultados de dichas investigaciones, con el fin de que el consumidor conozca lo que se lleva a la boca y pueda elegir el rumbo de su salud.
Lennys Torres, nutrióloga y experta en el tema asegura que los avances científicos son clave para conocer los efectos de la comida en nuestro organismo, pero también para crear conciencia en la industria que abarca desde el cultivo hasta la preparación.
“La industria de alimentos es demasiado extensa, las grandes empresas de alimentos no saludables tienen la capacidad de realizar cierta publicidad para hacernos creer que necesitamos consumir sus productos, que el sabor de sus alimentos es más placentero al paladar y que están a nuestro fácil alcance.”
Aunado a estudios complementarios relacionados a la física, matemáticas, bioquímica, medicina, química, agricultura, tecnología, psicología y hasta economía, la ciencia de la nutrición avanza de manera rápida, por lo que los encargados de esta área deben estar actualizándose constantemente.
Existe la creencia que lo ideal para llevar y mantener una vida sana, se debe consumir orgánico, es decir, alimentos que se cultivan y producen a través de métodos naturales; o bien, evitar aquellos organismos modificados genéticamente, también conocidos como transgénicos.
Pero, ¿entonces a que se le atribuye que, si existe tanta información a nuestro alcance, el ser humano sigue alimentándose mal?
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señala que los productos orgánicos certificados suelen ser más costosos que sus equivalentes comunes y corrientes (de los que han venido disminuyendo los precios), por diversos motivos:
• La oferta de alimentos orgánicos es limitada con relación a la demanda de los mismos; los costos de producción porque requieren más mano de obra por unidad de producción y porque la mayor diversidad de las empresas impide hacer economías de escala;
• La manipulación postcosecha por la separación obligatoria de los productos orgánicos respecto de los ordinarios, especialmente durante la elaboración y el transporte; la cadena de comercialización y distribución de los productos orgánicos es en cierta forma ineficiente y los costos son más elevados por tratarse de volúmenes relativamente pequeños.
Si bien, conforme aumenta la demanda de alimentos y productos orgánicos, las innovaciones tecnológicas y las economías de escala, deberían reducir los costos de producción, también se ha comprobado que el atribuir los altos costos a la falta de consumo de este tipo de alimentos, es un pretexto.
Diversas universidades alrededor del mundo han hecho experimentos sobre el comportamiento humano, de acuerdo a sus posibilidades y el consumo de alimentos no saludables, es atribuido a publicidad engañosa, malos hábitos y sobretodo mala administración de nuestra cartera, como los gastos hormiga y mal planeados, que terminan siendo un gran enemigo.
Por ello, la nutrióloga Lennys Torres, nos recomienda que al momento de hacer nuestras compras, tengamos en mente los ingredientes necesarios para nuestra alimentación, así como los productos que los integran.
“La recomendación seria elaborar las comidas en casa con alimentos saludables y que rindan, es decir, organizar comidas semanales, y hacer con la lista de despensa, en la que principalmente deben incluir frutas y verduras, todo ello con tiempo, pues también ir con hambre a los supermercados no es lo más óptimo ya que pensamos en alimentos de comida rápida y se nos puede antojar productos no saludables”.
El estudio que realiza la ciencia de los alimentos, es cada día más importante. De acuerdo a diversos estudios, cada vez las generaciones más jóvenes están interesadas en consumir productos orgánicos, tomando en cuenta qué es lo que consumen, sin importar el gastar más en sus alimentos.
Será interesante analizar durante los próximos años, la evolución de este tema y cómo la ciencia que estudia los alimentos continúa en incremento, y principalmente, estar atentos a los nuevos descubrimientos que modifiquen nuestro estilo de vida.