En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, te compartimos la colaboración de Giovanna Mayén, editora de Ciencia y Tecnología en BCCalMedia
No me canso de repetir lo afortunada que me siento de vivir en Baja California, un estado lleno de riqueza cultural y natural, atractivos paisajes, coloridos municipios, y un semillero de talento.
Mi familia arribó en 1929 y, desde entonces, de generación en generación se nos ha inculcado su admiración y respeto. Me apasiona investigar, promover y difundir todo lo bueno que se cosecha y crece aquí. Soy Giovanna Mayén, comunicadora y directora de Grupo Molecular.
La mayoría de los habitantes de B.C. al principio dicen que solo transitan como turistas, que vienen únicamente de visita, o que van de paso a los Estados Unidos, pero por unas u otras, terminan instalándose aquí.
He conocido a gente de todo, personas que lograron construir imperios con muy poco, mentes ambiciosas, visionarias, provechosas de oportunidades, generadoras de empleos y precisamente de ellos es de quienes me gusta hablar, porque han hecho de Baja California un estado de progreso.
Las tendencias cambian, la población incrementa y las necesidades con ella, por ello, la aplicación de las nuevas tecnologías es de suma importancia para el desarrollo e innovación científica.
En el marco del día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, decidí platicarles de tres personas, tres promesas que quizás aún no han sumado a nuestra historia, pero estoy convencida que, en un tiempo no muy lejano, cambiarán el panorama de esta tierra que quiero y abrazo tanto.
Hace dos años ni siquiera se conocían entre sí, pero comparten más de lo que ellas mismas podrían imaginar: mentes futurísticas, ambiciosas, de las que no conocen limites, poco tradicionales.
Alicia Primo, originaria de México, tiene apenas 12 años en Tijuana. A sus 17 años comenzó a interesarse por la ingeniería mecatrónica, no hace mucho que concluyo sus estudios, destacó en calificaciones y prestigiados concursos, aspira al diseño y construcción de mecanismos que faciliten la vida del ser humano. Mentes como las de ella, hicieron posible las bicicletas, los molinos, los vehículos, robots, prótesis y numerosos dispositivos tecnológicos.
Christian Sánchez nació en Tijuana, desde pequeña quería ser astronauta, pero al llegar a la adolescencia, se dio cuenta que la ingeniería aeroespacial no solo consiste en viajar al espacio, y entre más investigaba, incrementaba su curiosidad por las leyes de la aerodinámica, conocer de estructuras y materiales. Su mayor inspiración, Amelia Earhart, la piloto más famosa de todos los tiempos en los años treinta.
Christian, es madre de familia y a la par, ejerce su carrera, colabora en el desarrollo científico de una empresa mexicana, ¿y por qué no decirlo? Orgullosamente baja californiana.
La tercera de ellas, es Miriam Carrillo, quien planeaba estudiar la Maestría en Física Óptica en Ensenada para después partir, pero la pasión por su profesión la llevó hasta concluir un doctorado, así que el tiempo se prolongó, por lo que ya tiene más de ocho años aquí, y siendo sincera dudo que se vaya, aprecia los viñedos, la cercanía con el observatorio de San Pedro Martir y practicar surf en nuestras hermosas y rebeldes olas.
Ah, y como si fuera poco, tiene el trabajo de sus sueños, innovación a través de la luz y la fabricación de fuentes laser.
Las tres trabajan en Grupo Molecular, un centro de investigación y desarrollo científico en Baja California. Para mi fortuna, somos compañeras de trabajo y compartimos el ideal de hacer un cambio, cada una desde su trinchera.
Baja California es cuna de artistas reconocidos, deportistas, restauranteros y músicos a nivel internacional, entonces ¿por qué no posicionarnos en la ciencia? abrir brecha, apostarle a una nueva generación, darles lugar a científicos que, como ellas buscan contribuir al beneficio de la humanidad.
Colaboración de Giovanna Mayén
Fotos: cortesía
